¿La hora de la comida se convierte en una odisea para tu hij@ y para ti?

En muchas ocasiones la hora de la comida puede convertirse en un caos y en toda una aventura con tu hijo/a… Quédate hasta el final para descubrir algunas claves para remediarlo.

Como Terapeuta Ocupacional y Directora del centro de Terapia Ocupacional y Neurorehabilitación “amuleTO” en Granada, me encuentro a menudo, que las dificultades que se presentan a la hora de la alimentación en niños/as, se asocian a dificultades sensoriales, y os preguntaréis, ¿Y qué es esto?

Algunos ejemplos y situaciones

Os voy a poner unos ejemplos por si os resulta familiar o por si os está ocurriendo con vuestros hijos/as:

  • No se mantiene sentado correctamente al comer, parece que come tumbado o de lado, o incluso no come sentado, prefiere estar correteando (da un bocado y vuelve y así sucesivamente)
  • Observas que tiene dificultades al masticar (crea bastante bolo en la boca, no lo mastica bien, no lo traga, lo escupe, es una rabieta continua cada vez que se lleva alimento en la boca y en algunos casos puede ocurrir arcadas o atragantamientos)
  • No agarra bien los utensilios, no los utiliza bien, come con las manos o en algunos casos no quiere tocar ningún tipo de alimento. Rechaza mancharse o manipular alimentos.

Dificultades sensoriales en la alimentación

A estos factores que hemos visto les llamamos ”Dificultades sensoriales en la alimentación”, no tiene porqué el niño/a ningún tipo de trastorno o diagnóstico (aunque puede tener relación si hay patología previa), en otras ocasiones es debido a un problema de procesamiento sensorial.

Y es que si esto ocurre, es una situación de mucho desgaste tanto para los padres como para el propio peque, convirtiéndose en una situación insostenible y desesperante.

La alimentación es una actividad básica y necesaria para los humanos ya que nos permite el adecuado crecimiento y desarrollo del individuo, y nos permite experiencias sensoriales y no sólo la ingesta de diferentes alimentos.

El primer año de vida es muy importante, porque facilita la transición a la alimentación a la etapa adulta, y se adquieren las habilidades oro-motrices, conductas y rutinas de alimentación, pasando de líquido a sólido.

¿Qué tipo de dificultades sensoriales podemos encontrarnos?

Podemos encontrarnos diferentes tipos de dificultades sensoriales en la alimentación que pueden estar limitando la nutrición:

  • Problemas posturales: cuando el niño/a no tiene un apropiado control postural va a requerir más gasto energético para conseguir una adecuada estabilidad corporal, provocando dificultades atencionales, ya que va a estar más pendiente de su propio cuerpo que de la acción de comer y dificultar la autonomía en la alimentación.
  • Dificultades en el sistema táctil
  • Se llenan demasiado la boca, tienden a masticar purés, presencia de babeo, atragantamientos por deglutir antes que masticar, no darse cuenta de que tienen comida en la boca o en la cara, búsqueda de sabores fuertes…
  • Defensividad oral
  • Hiposensibilidad: tono bajo en los músculos de la masticación. No percibe estímulos, dificultándose la diferenciación de sabores y texturas. Pobre conciencia de lo que tiene dentro de su boca. Le cuesta beber con pajita. Rechaza la introducción de nuevas texturas.
  • Hipersensibilidad: Dificultad en el cepillado de dientes, no se deja tocar la cara, rechaza texturas mixtas, detectando los mínimos cambios y produciéndose arcadas.

¿Qué podemos hacer como padres?

Lo primero es saber identificar cual es el motivo por el que mi hijo/a tiene dificultades en la alimentación.

Acudiremos a un profesional de terapia ocupacional, ya que si el motivo es un problema sensorial, no sólo afectará a esta área, si no que se verán afectadas otras áreas de la vida diaria.

  • Podemos utilizar estrategias y apoyos visuales para anticiparle el momento de la comida y de lo que va a comer.
  • Debemos de jugar, ya que el propósito es convertir la alimentación en un momento agradable.
  • Contar con un entorno tranquilo, sin prisas y calmados.
  • Hay que tener muy en cuenta la postura del niño/a al comer, es decir, pies apoyados y espalda recta.
  • Utilizar utensilios, y si nuestro peque tiene problemas de agarre, utilizar herramientas adaptadas.

Esperamos que este post haya podido serte utilidad. Para cualquier pregunta no dudes en contactarnos haciendo clic aquí.

Laura Ortega de la Torre

Terapeuta Ocupacional y Directora del centro

Terapia Ocupacional y Rehabilitación “amuleTO” en Granada

Nº Colegiación: 68 COPTOAND

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