En este post vamos a ver cómo la alimentación impacta en el autismo de nuestros hijos. Empezamos.
¿Qué es el autismo?
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación, el comportamiento y las habilidades sociales de las personas que lo experimentan.
Aunque su causa exacta aún no se comprende completamente, la investigación ha revelado una variedad de factores que pueden influir en el desarrollo y la gestión del autismo, incluida la alimentación.
En los últimos años, ha habido un creciente interés en la relación entre la alimentación y el autismo. Si bien la dieta no puede curar el autismo, ciertos alimentos y patrones dietéticos pueden influir positivamente en el bienestar general y en algunos síntomas asociados con el trastorno.
Causas y formas en las que la alimentación impacta en el autismo
Aquí hay algunas formas en que la alimentación puede impactar en el autismo:
Sensibilidades Alimentarias
Muchas personas con autismo experimentan sensibilidades alimentarias, lo que significa que ciertos alimentos pueden causarles malestar físico o emocional.
Estas sensibilidades pueden manifestarse como aversiones a ciertos sabores, texturas o colores de alimentos. Identificar y evitar los alimentos que desencadenan estas sensibilidades puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con autismo.
Dieta y Comportamiento
Existe evidencia anecdótica y algunos estudios que sugieren que ciertos cambios en la dieta pueden tener un impacto en el comportamiento de las personas con autismo.
Por ejemplo, algunas familias han informado mejoras en la atención y la concentración después de eliminar ciertos aditivos alimentarios, como colorantes y conservantes, de la dieta de sus hijos.
Nutrición para el Cerebro
Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es importante para el desarrollo y funcionamiento del cerebro en todas las personas, incluidas aquellas con autismo.
Algunos estudios han sugerido que ciertos nutrientes, como los ácidos grasos omega-3, pueden tener beneficios para la salud cerebral y el funcionamiento cognitivo en personas con autismo.
Incorporar alimentos ricos en estos nutrientes, como pescado graso, nueces y semillas, puede ser beneficioso.
Intolerancias Alimentarias
Algunas personas con autismo también pueden experimentar intolerancias alimentarias, como la intolerancia a la lactosa o al gluten.
Estas intolerancias pueden provocar síntomas gastrointestinales, así como cambios en el comportamiento y el estado de ánimo.
Identificar y evitar los alimentos que desencadenan estas intolerancias puede ayudar a mejorar el bienestar general y reducir los síntomas asociados con el autismo.
La comida y el autismo es algo que sigue siendo investigado
Aunque la relación entre la alimentación y el autismo aún está siendo investigada, hay evidencia que sugiere que la dieta puede desempeñar un papel importante en el manejo de los síntomas y el bienestar general de las personas con autismo.
Si estás considerando hacer cambios en la dieta de alguien con autismo, es importante hablar primero con un profesional de la salud, como un médico o un dietista, para obtener orientación personalizada y asegurarte de que los cambios sean seguros y apropiados.
Alimentos con nutrientes que impactan en el autismo
Aquí os dejamos algunos alimentos con ciertos nutrientes que se han estudiado en relación al autismo y que podrían tener un impacto en los síntomas o en el bienestar general de las personas con este trastorno;
1. Gluten y Caseína: Algunos estudios han investigado la relación entre el consumo de gluten (presente en el trigo, la cebada y el centeno) y caseína (presente en los productos lácteos) y los síntomas del autismo. Se ha propuesto la hipótesis de que ciertas proteínas presentes en estos alimentos podrían tener efectos similares a los opioides en el cerebro, lo que podría influir en el comportamiento y la cognición en algunas personas con autismo. Sin embargo, la evidencia científica sobre esta relación es mixta y se necesita más investigación para comprender completamente su impacto.
2. Aditivos Alimentarios: Algunas familias y estudios han sugerido que ciertos aditivos alimentarios, como colorantes artificiales y conservantes, podrían exacerbar los síntomas del autismo en algunas personas. Sin embargo, la evidencia científica sobre esta relación también es limitada y no todos los niños con autismo muestran sensibilidad a estos aditivos.
3. Ácidos Grasos Omega-3: Se ha sugerido que los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en alimentos como el pescado graso (salmón, sardinas, atún), las nueces y las semillas de lino, podrían tener beneficios para la salud cerebral y el funcionamiento cognitivo en personas con autismo. Algunos estudios han encontrado mejoras en el comportamiento y la comunicación en niños con autismo que recibieron suplementos de omega-3, aunque se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos.
4. Dieta Rica en Antioxidantes: Los antioxidantes son compuestos que pueden proteger las células del daño oxidativo y se encuentran en una variedad de alimentos, como frutas y verduras de colores brillantes, nueces y semillas, y granos enteros. Algunos estudios han sugerido que una dieta rica en antioxidantes podría tener beneficios para la salud cerebral y el bienestar general en personas con autismo, aunque se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos.
Recordatorio importante ⚠️
Es importante tener en cuenta que la respuesta a los alimentos puede variar de una persona a otra, y lo que funciona para una persona con autismo puede no funcionar para otra.
Si estás considerando hacer cambios en la dieta de alguien con autismo, es importante hablar primero con un profesional de la salud, como un médico o un dietista, para obtener orientación personalizada y asegurarte de que los cambios sean seguros y apropiados.
Recomendaciones y consejos para comer si tu hijo sufre de autismo
Cuando se trata de determinar qué tipo de alimentación puede ser beneficiosa para una familia con un hijo/a con autismo, es importante enfocarse en una dieta equilibrada y nutritiva que promueva la salud general y el bienestar emocional y cognitivo del niño. Aquí hay algunas pautas generales que pueden ser útiles:
- Dieta Balanceada: Prioriza una dieta que incluya una variedad de alimentos de todos los grupos alimenticios, como frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables. Esto garantiza que el niño reciba todos los nutrientes esenciales que necesita para crecer y desarrollarse adecuadamente.
- Evitar Alimentos Triggers: Observa y registra cualquier alimento que parezca desencadenar reacciones negativas en tu hijo, como cambios en el comportamiento, malestar físico o problemas gastrointestinales. Si notas algún patrón, considera eliminar esos alimentos de su dieta y observa si hay mejoras en su bienestar.
- Limitar Aditivos Artificiales: Algunas familias han encontrado que reducir o eliminar los aditivos alimentarios artificiales, como colorantes y conservantes, de la dieta de su hijo con autismo puede ayudar a reducir los síntomas relacionados con el trastorno. Opta por alimentos frescos y mínimamente procesados siempre que sea posible.
- Incluir Alimentos Ricos en Nutrientes Específicos: Algunos nutrientes, como los ácidos grasos omega-3, el magnesio y las vitaminas del complejo B, se han relacionado con mejoras en los síntomas del autismo en algunos estudios. Incluye alimentos que sean ricos en estos nutrientes en la dieta de tu hijo, como pescado graso, nueces, semillas, vegetales de hojas verdes, legumbres y cereales integrales.
- Fomentar una Relación Positiva con la Comida: Para algunos niños con autismo, las sensibilidades alimentarias o las dificultades sensoriales pueden dificultar la alimentación. Es importante fomentar una relación positiva con la comida y crear un entorno tranquilo y sin estrés durante las comidas. Ofrece opciones saludables y variadas, pero también respeta las preferencias individuales de tu hijo.
- Consultar con Profesionales de la Salud: Antes de hacer cambios importantes en la dieta de tu hijo con autismo, es importante consultar con un profesional de la salud, como un médico o un dietista, que pueda ofrecer orientación personalizada y asegurarse de que los cambios sean seguros y apropiados para las necesidades específicas de tu hijo.
Recuerda que cada niño es único y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro.
La clave es estar atento a las necesidades individuales de tu hijo/a y ajustar la dieta en consecuencia para promover su salud y bienestar general.
Contáctanos haciendo clic aquí, te podemos ayudar con esto y mucho más.
Laura Ortega de la Torre
Terapeuta Ocupacional y Directora del centro
Terapia Ocupacional y Neurorehabilitación “amuleTO” en Granada
Nº Colegiación: 68 COPTOAND