Mi hijo me insulta… ¿Qué hago?

Crecen tan rápido y… ¡Aprenden a insultar más rápido todavía! En este post vamos a ver cómo podemos afrontar estas situaciones donde nuestros hijos nos insultan y nos dicen palabrotas.

Antes de empezar…

Cuando un hijo/a insulta a su padre o madre, se trata de una conducta contraria a la naturaleza de una familia, pero cada caso es individual, e incluso se puede dar el caso de que dos madres que lean esta entrada de blog, aplicarán las pautas descritas y obtendrán resultados distintos.

Escuchar a nuestro hijo/a insultar, es enfrentarnos a un momento incómodo, ya sea en casa, en la escuela o en público, e incluso escuchar un vocabulario inadecuado puede ser chocante y preocupante.

Todos tenemos diferentes formas de lidiar con esta situación tan difícil, pero en estas ocasiones hay que ser reflexivos y analíticos. Se deben considerar factores como la relación entre padres e hijo, las circunstancias que llevaron al insulto y los posibles problemas subyacentes.

Tomar medidas inmediatas para abordar el incidente y buscar ayuda de nuestro profesional de Neuropsicólogos de “amuleTO” en Granada, para ayudarles a llevar a cabo pasos importantes en la resolución de la situación.

Podemos encasillar estas situación con el siguiente nombre técnico: violencia filio parental.

¿Qué es la violencia filio parental?

La violencia filio parental es cuando el hijo o hija insulta, amenaza, roba, pega a su madre y/o su padre.

Consejos y recomendaciones si tu hijo te insulta

A continuación vamos a ver todas las pautas y consejos para manejar la situación de una manera efectiva cuanto tu hijo o hija te insulta o te dice palabrotas.

Mantén la Calma 😮‍💨

Es natural sentir enojo o sorpresa cuando escuchas a tu hijo insultar.

Sin embargo, reaccionar con ira o castigos severos puede empeorar la situación. Trata de mantener la calma y abordar el problema con una mente clara.

Investiga el Contexto 🔍

Antes de tomar cualquier medida, es importante entender el contexto. ¿Dónde escuchó tu hijo el insulto? ¿Lo repitió sin saber su significado o lo utilizó con la intención de herir? Habla con tu hijo para obtener más información.

Explícale el Significado y las Consecuencias 🤯

Los niños a menudo no entienden el verdadero significado de las palabras que usan.

Explícale a tu hijo por qué ese lenguaje es inadecuado y cómo puede afectar a los demás. Utiliza ejemplos claros y apropiados para su edad.

Modela un Buen Comportamiento 👍🏼

Los niños aprenden observando a los adultos. Asegúrate de que el lenguaje que usas en casa sea respetuoso y apropiado.

Si cometes un error y usas un lenguaje inapropiado, reconoce tu error y discúlpate, mostrando a tu hijo cómo manejar estos momentos.

Fomenta la Comunicación y la Empatía 🗣️

Enséñale a tu hijo habilidades de comunicación positiva. Anímale a expresar sus sentimientos con palabras adecuadas en lugar de recurrir a los insultos.

Además, fomenta la empatía ayudándolo a entender cómo se sienten los demás cuando son insultados.

Establecer Consecuencias Claras 🔚

Es importante tener consecuencias claras y consistentes para el uso de lenguaje inapropiado.

Asegúrate de que las consecuencias sean proporcionales y justas, y explícaselas a tu hijo de antemano para que sepa qué esperar.

Refuerza el Comportamiento Positivo ✅

Reconoce y refuerza el buen comportamiento. Elogia a tu hijo cuando usa un lenguaje apropiado o maneja una situación difícil sin recurrir a los insultos.

El refuerzo positivo puede ser una herramienta poderosa para cambiar el comportamiento.

Busca Ayuda Profesional si es Necesario 🆘

Cuando los insultos de un niño hacia sus padres se vuelven un problema persistente y difícil de manejar, la intervención de nuestro equipo de Neuropsicólogos de “amuleTO” en Granada, puede ayudarles.

¿Y cómo es la intervención? ¿Cómo pueden ayudar los profesionales?

  1. Evaluación inicial: Lo primero de todo es hacer una evaluación inicial y exhaustiva, para entender la raíz del comportamiento del niño, lo que incluye: una entrevista con los padres, para obtener una visión completa del comportamiento del niño y en el contexto familiar.

    Además de una observación directa: evaluar el comportamiento del niño en diferentes entornos, como en casa o en la escuela.

    Y por último la evaluación del psicólogo, utilizando cuestionarios y pruebas para evaluar el estado emocional y conductual del niño.
  1.  Identificación de Factores Contribuyentes:

    A través de la evaluación, el psicólogo puede identificar factores que contribuyen a los insultos, tales como:
  • Problemas emocionales: Ansiedad, depresión o frustración.
  • Dificultades de comunicación: Falta de habilidades para expresar emociones de manera adecuada.
  • Ambiente familiar: Dinámicas familiares disfuncionales, estrés en el hogar o patrones de comportamiento aprendidos.
  • Problemas en la escuela: Conflictos con compañeros o dificultades académicas.
  1. Intervención Terapéutica: Una vez identificadas las causas subyacentes, el psicólogo puede implementar diferentes tipos de intervenciones terapéuticas, entre ellas:
  • Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Ayuda al niño a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos y comportamientos problemáticos. La TCC puede enseñar al niño técnicas para manejar la ira y la frustración de manera constructiva.
  • Terapia de Juego: Utiliza el juego como medio para ayudar al niño a expresar sus emociones y resolver conflictos internos de manera simbólica y segura.
  • Terapia Familiar: Involucra a todos los miembros de la familia para mejorar la comunicación y las dinámicas familiares. Esto puede ayudar a los padres a establecer límites claros y consistentes y a reforzar el comportamiento positivo.
  1. Apoyo y Educación para los Padres: Además de trabajar directamente con el niño, el psicólogo ofrece apoyo y orientación a los padres.
  • Técnicas de manejo del comportamiento: Estrategias efectivas para responder a los insultos y reforzar el buen comportamiento.
  • Comunicación efectiva: Cómo comunicarse con el niño de manera que fomente el respeto y la comprensión mutua.
  • Autocuidado: Consejos para manejar el estrés y mantener un ambiente hogareño saludable y positivo.
  1.  Seguimiento y Evaluación Continua: El proceso terapéutico no termina con las sesiones iniciales.

    El psicólogo realizará un seguimiento continuo para evaluar el progreso del niño y ajustar las intervenciones según sea necesario.

    La evaluación continua asegura que cualquier nuevo desafío sea abordado de manera oportuna y efectiva.


En conclusión, la intervención de un psicólogo puede ser crucial para abordar los comportamientos insultantes de un niño. A través de una combinación de evaluación, intervención terapéutica, desarrollo de habilidades y apoyo a los padres, un psicólogo puede ayudar a cambiar patrones de comportamiento negativos y fomentar un ambiente familiar más saludable y armonioso.

Si estás enfrentando este desafío, considera buscar la ayuda de un profesional no dudes ponerte en contacto con nuestro equipo multidisciplinar de “amuleTO” en Granada.

Contáctanos haciendo clic aquí, te podemos ayudar con esto y mucho más.

Laura Ortega de la Torre

Terapeuta Ocupacional y Directora del centro

Terapia Ocupacional y Neurorehabilitación “amuleTO” en Granada

Nº Colegiación: 68 COPTOAND

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