Si tu hijo no habla en casa, este es el post perfecto para ti.
¿Por qué mi hijo no habla en casa?
Son muchas las mamás y los papás que acuden a clínica en busca de ayuda para que su peque hable y se comunique, suele ser por derivación de la maestra del cole o por inquietud de los papás, ya que han comparado a su pequeño con otros de su edad y observan muchas diferencias comunicativas.
Nos preguntamos por qué sucede eso y qué es lo que está pasando. Pues bien, aunque nazcamos con la capacidad innata de aprender el lenguaje y usarlo para comunicarnos, necesitamos de una estimulación del mismo para que se pueda desarrollar. Esto quiere decir que, si a un niño no le hablas, no le preguntas y no esperas que te responda, no puedes esperar que de repente hable y se comunique sin dificultad.
Así que, allá vamos con unas recomendaciones para que los pequeños de la casa reciban esa estimulación del lenguaje para que puedan hablar y comunicarse con los demás.
Consejos para llevar a cabo con tu hijo en casa
Crear un clima emocional positivo
Es necesario crear un clima emocional positivo para que el niño o la niña se sienta cómodo para aprender y expresarse.
Para crear un clima emocional positivo intentamos hablar en un tono agradable y dulce, sin exaltaciones ni gritos.
Respetar los intereses del niño
Dirigimos nuestra atención a lo que le guste, evitando desviarle su atención a otra cosa que a nosotros nos parezca más interesante, ya que va a aprender más con lo que le llame la atención que con lo que se le imponga.
Así que mostramos entusiasmo cuando ponga interés en algo y tratamos sus conductas como algo significativo.
Ejemplo
El niño coge la caja del juguete que le has comprado y hacer ruido dándole golpes con un rotulador, en lugar de decirle que pare de dar golpes y que se vaya a jugar con el juguete que le has comprado, te acercas a él y le dices que tú también vas a hacer música con él e imitas el sonido diciendo “pam, pam”.
Dar seguridad para hablar
Es importante tener en cuenta las pausas o la espera a una respuesta, esto es, cuando emitimos un enunciado o le hacemos una pregunta debemos guardar silencio esperando una respuesta. Aunque el niño no conteste en ese momento, está aprendiendo que, tras un enunciado por nuestra parte, es a él a quien le toca hablar y aprende los turnos de la conversación.
Así que, también respetaremos sus ritmos, le escucharemos atentamente y responderemos a sus preguntas o a los mensajes que nos envía.
Evitamos contestar por él y exigirle que hable.
Aprovechar cualquier situación para hablar
Cualquier situación es buena para fortalecer el vocabulario del pequeño, lo ideal es comentar lo que está sucediendo.
Ejemplo
“Bien, vamos a comer, ¿tienes hambre?”, “vamos a lavarnos las manos y a poner la mesa”, “necesitamos plato, cuchara y agua”, “mmm, qué rico, vamos a comer arroz y pollo”, “¿te gusta?”, “ya hemos terminado, ahora vamos a lavarnos los dientes y a descansar un rato”.
Aunque todo este nos parezca muy evidente, a los peques les va a ayudar a adquirir vocabulario y, por tanto, a poder expresarlo.
Esperamos que os sirvan de ayuda estos consejos y que los llevéis a la práctica en vuestro día a día. Recordad que nadie nace sabiendo y que todos hemos necesitado de otras personas para aprender a comunicarnos.
No dudes en ponerte en contacto con nosotras para cualquier consulta.
Logopeda Ana Gambín – Col: 30/636